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VULNERABILIDADES Y ACOSO SEXUAL DE ESTUDIANTES
UNIVERSITARIOS ECUATORIANOS
Volumen 14 Número 1 - 2023
5. CONCLUSIONES
Es necesario reconocer la existencia del acoso
sexual en el campus universitario, y las disntas
vulnerabilidades asociadas a este fenómeno que
se han tratado de analizar en este estudio.
En este sendo, se han señalado algunas variables
importantes relacionadas a este fenómeno, como
con porcentajes más elevados que algunos
estudios (13,14), y menor que en otros (15–18),
y demuestra diferencias signicavas debido
a sexo y género, observando que las mujeres
son quienes en mayor medida maniestan ser
vícmas de acoso sexual.
Invesgaciones similares corroboran este
fenómeno, mostrando, además, que las mujeres
no solo son las mayores vícmas, sino que padecen
actos de mayor gravedad que los que reportan
los hombres (19,20), reejando estructuras de
relaciones de poder y dominio legimado sobre las
mujeres, así como una manifestación del sexismo
profundamente enraizado en una sociedad
machista y patriarcal (15,16,21,22), además de
la llamada “masculinidad hegemónica” como un
modelo de socialización que describe el modo de
“ser hombre”, valorado socialmente y punto de
referencia para los demás, por tanto, la violencia
de género trasciende la violencia ejercida contra
las mujeres e incluye también a todos aquellos
cuerpos que no cumplen con los estereopos
esperados de masculinidad (23).
En este sendo, las aulas de clase y la universidad
son un lugar en donde se expresa este ejercicio del
poder, con el objevo de establecer la jerarquía
del profesor-hombre-tomador del conocimiento
sobre la alumna-mujer-subordinada por la
ignorancia (24).
Sin embargo, la población masculina no está
exenta de sufrir el acoso, aunque lo hacen
en menor incidencia y riesgo en relación con
la población femenina (25), como se puede
observar en este estudio. En el caso de quienes
se autoidencaron como no heterosexuales
(bisexual, pansexual, asexual, queer), la frecuencia
de acoso sexual fue menor, aunque no menos
importante, datos similares se encontraron en
la invesgación realizada por Altamirano Zabala
(26).
La violencia y acoso sexual contra las mujeres
y población LGBTIQ+ (lesbiana, gay, bisexual,
transgénero, transexual, traves, intersexual,
queer y más) un fenómeno que ya data de
mucho empo y que no ende a disminuir. Esta
discriminación y violencia por razones de género
ha hecho que instuciones de educación superior
formulen y apliquen programas y polícas que
aendan estos casos, sin embargo, existe un
lento avance en el reconocimiento del sexismo
y sus consecuencias, además, se observan
escasos estudios realizados sobre expresiones
de violencia en estos grupos en los espacios
universitarios (23). Por otra parte, si algunas
estructuras universitarias androcéntricas no
revisan su accionar desde el punto de vista y las
experiencias de las mujeres y de otras personas
con endades de género diversas, se connuarán
tomando como naturales y neutrales los casos de
violencia en relación con el sexo y género (27).
En el ámbito académico, estas formas de
poder y dominio sobre la mujer y que adopta
el patriarcado son, por lo general, ejercidas a
través de la “violencia simbólica” y otros pos
de violencia, haciendo parecer como inofensiva
y como un espacio de oportunidades y desarrollo
similares para hombres y mujeres (14).
Por otra parte, al analizar el acoso sexual por edad,
se puede determinar que es más común en el
rango de edad de 21 a 25 años. Lo cual se asemeja
a estudios realizados en una universidad privada
de Chile, en el cual se muestra que el rango etario
ubicado entre los 20-24 años es el que tuvo las
tasas de riesgo más altas de recibir violencia, por
lo que connúa siendo la forma de agresión más
percibida por la juventud, especialmente por las
mujeres (28), y en universitarios de Lima Norte
donde el mayor porcentaje de acoso se encontró
en el rango de edad de 21 a 30 años (16).
Tanto hombres como mujeres son vícmas
de acoso sexual, sin embargo, invesgaciones
muestran que el po de mujer más vulnerable es
la mujer joven, económicamente dependiente,
soltera o divorciada y las migrantes, y en los
hombres son los jóvenes, integrantes de la
comunidad LGBTI (29) y minorías étnicas o raciales
(30). En el caso de este estudio, se encontró
que la mayor parte de estudiantes acosados se
autoidencaron como meszos, a pesar de que
existen porcentajes considerables de minoría
étnicas como afrodescendientes, indígenas y
montubios, así como estudiantes que provienen
de la zona rural.